sábado, 29 de septiembre de 2012

risa y verdad



Me ha sido dado, durante mi agitada vida, conocer a muchos seres malvados y mezquinos, pero nunca he visto seres más mezquinos y malvados que aquellos dos (el Sr. y la Sra. Morlot). Si los juzgo de ese modo, no es tanto por el mal que pudieron hacer -y que ignoro-, sino porque sostengo que habrían sido capaces de cometer crímenes.


No los cometieron, se me dirá. Sin duda. Pero, del mismo modo que puede uno convertirse en asesino sin tener alma de criminal, creo que se puede tener alma de asesino y no cometer crímenes. Juro que, en ocasiones, vi pasar por sus ojos el deseo de verme muerto. Simplemente no lo verbalizaron. Aún diría más: es probable que ellos mismos ignoraran ese deseo del que hablo. No supieron que era eso lo que deseaban. Pero pondría la mano en el fuego -soy el único que se dió cuenta, porque sólo yo ví sus ojos, sus ojos helados-.

Sacha Guitry. Memorias de un tramposo. Periférica, 2012.

********

pepe

No hay comentarios:

Publicar un comentario